REFLEXIONES
Durante mis casi 20 años de servicio, he tenido muchas experiencias, cada grupo que pasa por mis manos me deja innumerables anécdotas y experiencias la mayoría buenas y otras no tanto pero todas me han dejado aprendizajes y me han llevado a comprometerme mas con mi labor docente. Esta es una profesión que amo con todo mi corazón, me considero maestra por vocación y es un placer trabajar con niños tan pequeños, así como una gran responsabilidad pues es a nosotras educadoras a las que nos toca recibir a estos niños cuando van dejando de ser bebes y comienzan una nueva etapa, la etapa preescolar.
En los grupos que he atendido he tenido niños con una diversidad cultural, pero debo mencionar que en esto dos últimos años me he enfrentado al mayor reto de mi carrera hasta ahorita, pues el año pasado recibí el grupo de primer grado con 31 niños y una de mis alumnas tiene una discapacidad múltiple, el diagnostico es agenesis de vermis cereberal, la niña tiene hipotonía muscular(no se mantiene erguida), no habla, no controla esfínteres, su capacidad de análisis es leve. es una situación muy complicada sobre todo por la edad de los niños y la cantidad de ellos en el grupo, pero aun así me toco informarme y asesorarme sobre el diagnostico de la niña, estoy en constante comunicación con la mama de la niña que a su vez sirve de vinculo entre el CRIT (que es adonde acude la niña a terapias de rehabilitación) y yo para saber como apoyar a la niña en su desarrollo. hasta ahorita los resultados son alentadores porque la niña es aceptada por el resto del grupo y del jardín de niños, comienza a emitir algunos sonidos guturales, tiene mas tono muscular pero aun no camina, aun no controla esfínteres, sigue pequeñas indicaciones, y este año seguirá conmigo en un tercer grado son muchas las metas que me he propuesto con mi grupo y ella esta incluida en ellas, espero llegar a cumplirlas.
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